ESPACIO SALA DE ESPERA


El espacio SALA DE ESPERA se conforma por diferentes planos; los que se conjugan en horizontales y verticales, que al unirse constituyen el poliedro generador; los horizontales, planos continuos comunicadores de forma táctil y visual (piso y techo respectivamente), son interceptados por verticales no continuos y/o calados con cierres en los ocasionalmente se permite un atravesamiento físico, visual o auditivo. La intersección de estos planos produce ángulos rectos, generatrices espaciales que se transforman en el habitáculo SALA DE ESPERA, cobijador de los habitantes, usuarios y funcionarios, que se despersonaliza como tal, por las múltiples funciones que cumplen (espera-traslado-información-relación), que se torna en el espacio congestionado protagonista dentro del conjunto de los poliedros destinados a la sanación, que reunidos todos denominamos consultorio. La lectura de este dominante espacio se produce, desde lo constructivo por la presencia del ángulo recto que connota la intención de orden, tanto desde el punto de vista de imponerlo como método de sanación (vademecum y tratamiento) como de quien imparte el servicio, y desde lo sensorial por el deber permanecer pasivamente, en un espacio con pocas motivaciones visuales, un prolongado tiempo. Estas rígidas condiciones y estrechas dimensiones proyectan en el usuario un estado de espera que inmoviliza toda tentativa de recreación creativa. WALTER ESTEVES

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